
Debemos poner fin de una vez por todas, a la tala indiscriminada de árboles a nivel mundial, por lo que el mensaje que mande nuestra Sociedad debe ser rotundo, y directo al bolsillo de aquellos que se benefician de este tipo negocio ya sea de manera directa o indirecta.
Es evidente que aquellos medios que distribuyen periódicos, libros, revistas o simplemente venden papel o libretas no se dedican a cotar los árboles que les hacen falta para luego transformarlos en papel. Sin embargo, su negocio demanda papel y por lo tanto, contribuyen a fomentar la tala de árboles. No quiero ni imaginar lo que se gastan las empresas por este concepto, pero está claro que es insostenible este ritmo de generación de papel por lo tanto, la única forma de fomentar otras alternativas tales como el papel reciclado o nuevas tecnologías, es encareciendo la compra de papel nuevo hasta hacerlo un artículo de lujo que es por otra parte lo que debería de ser talar un árbol.
Por tanto, se debería establecer una tasa directa que grave la venta de revistas, periódicos, papeles, libretas, cuadernos, sobres, etc. que no utilice material reciclado (entre el 1%- 5% del previo de venta). Por otra parte, la venta de material reciclado estaría exento de dicha tasa además de tener una desgravación fiscal por contribución a la conservación del medio ambiente. El dinero recaudado mediante esta tasa, iría a una partida presupuestaria que contribuiría a la conservación de nuestros bosques y parques nacionales, así como a fomentar nuevas actividades relacionadas con el medio ambiente.
Es evidente que aquellos medios que distribuyen periódicos, libros, revistas o simplemente venden papel o libretas no se dedican a cotar los árboles que les hacen falta para luego transformarlos en papel. Sin embargo, su negocio demanda papel y por lo tanto, contribuyen a fomentar la tala de árboles. No quiero ni imaginar lo que se gastan las empresas por este concepto, pero está claro que es insostenible este ritmo de generación de papel por lo tanto, la única forma de fomentar otras alternativas tales como el papel reciclado o nuevas tecnologías, es encareciendo la compra de papel nuevo hasta hacerlo un artículo de lujo que es por otra parte lo que debería de ser talar un árbol.
Por tanto, se debería establecer una tasa directa que grave la venta de revistas, periódicos, papeles, libretas, cuadernos, sobres, etc. que no utilice material reciclado (entre el 1%- 5% del previo de venta). Por otra parte, la venta de material reciclado estaría exento de dicha tasa además de tener una desgravación fiscal por contribución a la conservación del medio ambiente. El dinero recaudado mediante esta tasa, iría a una partida presupuestaria que contribuiría a la conservación de nuestros bosques y parques nacionales, así como a fomentar nuevas actividades relacionadas con el medio ambiente.
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